Estás
demasiado poco inspirada para todo lo que te propongas. Entre el
invierno prematuro que ensucia el cielo de gris y te vuelve más
perezosa que nunca, la poca gracia de los alemanes y el saber que el amor de tu vida pasa completamente de tu cara, has perdido por
completo el apetito sexual. A veces tienes citas, aunque nunca sabes
como llamarlas porque al final siempre acabas volviendo sola a casa.
Te horroriza la idea de tener que comenzar. Cualquier comienzo que
pueda tener un final en una cama desconocida y al día siguiente
volver a ser la desconocida de alguien, con quien has compartido algo
tan íntimo como el sexo. No. No quieres. No crees en la idea de los
“follamigos”. Los “follamigos” no existen. Siempre hay
alguien que acaba pillándose los dedos. Emborrachándose de deseo.
Del más, quiero más. Y siempre está el otro que no se lo puede
dar. O simplemente no quiere.
Por
eso, desde hace un tiempo, has decidido no dormir en casa de
desconocidos. Ni siquiera intentarlo. Dejar de hacer cualquier
pequeña cosa que te haga sentir el más mínimo apego. Nada de citas
con final feliz.
[...] Si quieres seguir leyendo, puedes conseguir el libro en www.madeinbarna.com ¡¡RESOLUCIÓN DE LA HISTORIA Y CAPÍTULOS INÉDITOS!!
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jajajajajaja sublime como siempre! Mire únete al club del celibato! Felicidad garantizada y ayudas al futuro de la humanidad, que tú que has visto utopía ya sabes que somos muchos en el planeta!!!
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