5. Diferencias estúpidas, pero básicas.

Una de las cosas más importantes que un inmigrante español (o, al menos, de Barcelona) debe saber al llegar a la ciudad de Berlín es la siguiente: 

LOS NÚMEROS DE LOS EDIFICIOS NO SE DIVIDEN ENTRE PARES E IMPARES. Los números empiezan por la acera de la derecha desde el 1 y siguen hasta el final de la calle. Luego, vuelven y continúan por la acera de la izquierda hasta llegar al inicio de la calle. Es decir, que si buscas el número 102 y ahora te encuentras en el número 3, es posible que el 102 esté detrás tuyo, en la acera de enfrente. Así que no camines hasta el final porque puede ser que tengas que volver atrás.

(Reedición después de un mes y medio de vivir aquí: esta regla depende de la calle. Hay calles cuyos números pares están a un lado y los impares al otro. Así que no sé qué tipo de lógica aplican los alemanes para determinar su distribución. No tengo ni idea. No sé el logaritmo. Es todo muy desconcertante. Hacen trabajar demasiado al cerebro. Así que ante esta situación... solamente nos queda fijarnos bien antes de empezar a caminar. Si ellos no aplican la Ley del Mínimo Esfuerzo, lo haremos nosotros). 

Luego, también es importante saber, sobre todo si ha nevado que: 

LOS SEMÁFOROS DE PEATONES PASAN DEL VERDE AL ROJO SIN PARPADEAR. Así que si vas a cruzar y, de repente, miras y el semáforo ha cambiado a rojo, no corras. A parte de parecer idiota, corres el riesgo de resbalarte y caerte, sobre todo si ha nevado. Que no cunda el pánico. Cuando el semáforo de peatones se pone en rojo, el de los coches todavía tarda un poquito hasta ponerse en verde. 

Y para que no te cabrees con mucha facilidad: 

LOS ALEMANES CAMINAN MUY RÁPIDO Y CON UNA DIRECCIÓN FIJA. No te extrañe que tú, siendo un pequeño inocente que no sabe a dónde ir... acabes siendo arrastrado por la muchedumbre que sale de un metro para coger el otro. Antes de meterte en los pasillos de gente que se forman, por favor, estudia muy bien tu ruta. Y luego camina seguro. Rápido. Y si te empujan, que no te extrañe. Aquí se empujan unos a otros con mucha facilidad y sin querer. Es el pan de cada día. 

Por favor: 

SI AYER NEVÓ Y HOY HACE SOL por favor, NO CAMINES POR DEBAJO DE LAS VENTANAS Y BALCONES. Cada dos por tres caen estalactitas y trozos de hielo y nieve. Si no quieres abrirte la cabeza, camina por donde los demás lo hacen. No vayas de listillo/a, anda... 

NUNCA SUBESTIMES LAS DISTANCIAS.  Muchas veces verás que tu destino está relativamente cerca en el mapa de la estación de metro más cercana. Pues es mentira. Berlín es enorme. Jamás subestimes las distancias. Está todo lejos. Muy lejos. ¿Por qué crees que esta gente usa la bicicleta? Porque es más barato que los transportes públicos y porque llegan más rápido a los sitios. Así que ponte zapatos cómodos y a caminar. En estas caminatas verás a mucha gente, pero en seguida reconocerás rostros compatriotas. Esto está plagado de españoles, muchos de ellos se creen hipermegaguais. Ellas ya ni te cuento. Si ves alguna chica muy moderna y con abrigo de pelo de zorro es, sin duda, española. Comprobado está. 

Otra de las cosas que me hizo mucha gracia y que me devuelve a la realidad cada vez que me olvido del sitio en el que estoy, es el sonido de las ambulancias. Tienen un sonido muy fuerte y muy parecido a los coches de policía de los años 50. Veréis que la gente de aquí se tapa los oídos cada vez que pasa una cerca. Esta gente se quiere. Se cuida. Me encanta. 

Y, por último, desde nuestra emigración masiva, nuestra querida Merkel ha realizado una serie de medidas para los inmigrantes nada satisfactorias: AQUÍ, SIN PAPELES NO ERES NADIE. Primero de todo, te tienes que empadronar. Si no te empadronas, no tienes trabajo. Si no tienes contrato de trabajo, olvídate de alquilar una casa. Y si no tienes un contrato de casa, olvídate de empadronarte. Bienvenidos a Alemania. Esto es un jodido círculo vicioso y no sé por dónde empezar. 

Berlín 0º. Barcelona 6º. 

Objetivo: conseguir los papeles. 
Objetivo a largo plazo, viendo las circunstancias: ser actriz, escritora y guionista. O al menos trabajar en la industria del cine.  
Estado de documentación alemana: nulo. Estoy totalmente ilegal. 
Estado personal: voy cagando... como puedo y cuando puedo. 





1 comentario:

  1. Qué gracia. Acabo de dar con tu blog y me está resultando muy interesante. Y esta entrada en concreto me ha dejado flipada. Leyendo esto me he sentido por un par de segundos igual que me sentí cuando llegué a Berlin ahora hace ya más de tres años. Me parece increíble el contraste al ver que hay cosas que los primeros meses notaba muchísimo, y ahora ya no solo las he olvidado si no que me he acomodado a ellas. Especialmente lo de que aquí caminan muy rápido y con una dirección fija, hahaha. Ya ni me acordaba de eso! Pero es cierto que lo notaba un montón al principio, y cuando iba por la calle me daba la sensación de que más que caminar me dedicaba a a esquivar personas.
    Y lo de los semáforos. Qué fuerte. Otra cosa que había olvidado por completo y que ahora recuerdo que al llegar me traía loca.

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