31. Jesus Loves You

Luz. Mucha luz. Estás en el suelo tumbada y sólo ves luz. Y delante de esa luz, Jesucristo te pregunta:

Are you ok? Hehh... Are you ok?

De tu estado de inconsciencia sólo recuerdas creer haber muerto y preguntarte si es cierto que la globalización ha llegado hasta el más allá y es por eso por lo que Jesús te habla en inglés... ¿Y si llegas a ser Ana Botella? ¿Cómo te hubieses comunicado con Jesucristo? Mm... qué lástima que no seas Ana Botella, eso significaría que... Bueno, menos mal que, al menos, Jesucristo no habla alemán. Eso te tranquiliza... morir y no poder comunicarte con Dios debe de ser una mierda. Aunque tú no crees en Dios... si no fuera porque se necesitan muchos papeleos para volverse agnóstica, ya lo serías. Quizás el hecho de no ser creyente es el motivo por el que le temes tanto a la muerte. Siempre tuviste pánico de la muerte. Desde muy pequeña, de hecho. El proceso siempre empieza así:

"yo, yo, bueno, tú, yo, tú, yo, tú que estás aquí, que soy yo, yo voy a dejar de ver, de sentir, de tocar. Yo, yo, yo..."

Y a cada 'yo' estás más dentro de ti, tan dentro de ti que te sientes más “tú” que nunca y tienes un miedo atroz a dejar de serlo. Dejar de vivir... En realidad, a ti la muerte no te da miedo, lo que te aterroriza es dejar de vivir. Que, aunque no lo parezca, son enfoques diferentes ante un mismo tema. Supones.

Curiosamente, ahora que crees que has muerto, sientes una paz y tranquilidad tremenda. “Ah... menos mal, todo ha acabado, ya no habrá que luchar más. Ya no hay nada ni nadie a quien impresionar. Ya no hay políticos de mierda, ni falsos ricos progresistas que creen que el hecho de votar a un partido de izquierdas y apadrinar a un niño chino soluciona el pecado de su estatus social. ¡Malditos hipócritas! Ya no hay nada de eso... Ni pedos, ni dolores de barriga, ni síndrome del colon irritable; adiós a los lavabos sucios, al “mierda, no hay papel”... Adiós a todo eso... ahora sólo toca dormir... qué rico... dormir... dormir...”. Y la luz y Jesucristo se difuminan con el terciopelo negro del sueño, que siempre lo envuelve todo.

Pero un rato después (no sabes cuánto rato después, sólo sabes que sucede después), te despiertas en tu cama. Nada más abrir los ojos, la jodida luz que entra por las enormes ventanas de tu habitación, te ciega. Sientes como si el enorme culo de alguna gorda funcionaria alemana estuviese sobre tu cabeza... tienes tanto dolor que el movimiento de tus ojos se ve reducido a 10º, con lo que sólo puedes mirar al frente. Y, ahí, delante tuyo, ves una guitarra apoyada en la pared. ¿Desde cuándo tienes tú una guitarra? Quizás es cierto que has muerto y en esta tu nueva vida sabes tocar la guitarra.

Te levantas para ir al baño a hacer pipí (malpensados) y de camino te miras en el espejo del pasillo y te ves un terrible grano en la frente. Después de ese grano, ves que tienes otros cuantos alrededor de toda la cara. Una expresión de terror se apodera de tu rostro. Recuerdas aquella mañana de primavera cuando ibas a cuarto de la ESO, aquella mañana en la que te despertaste en toda tu esplendor adolescente dispuesta a arreglarte para ir al colegio como si fueras a ir a la discoteca, te miraste al espejo y detectaste un grano en el labio, luego un grano al lado del ojo, luego un grano en la sien... y pensaste “qué coño pasa aquí”. Descubriste que esos granos eran inexplotables así que por inercia te quitaste la camiseta del pijama y tachán, toda tú estabas llena de enormes ronchas rojas. Mierda. Pensaste. La varicela. Adiós preciosa cara de piel turgente, eso pasa por ser tan presumida. Que todos los granos te salen en la cara. Y todos los niñatos se van a burlar de ti. Cruel adolescencia.

Así que ahora, enfrente de tu espejo de tu casa en Berlín, once años después, crees vivir un dejà vu. Con la cara convertida en una carnicería, haces pipí y vuelves a tu habitación. Y allí, sentado en tu cama, está Jesucristo.

- Ahhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
- What the fuck?- dice Jesus.
- What the fuck? What the fuck, you! What... Who... When... Why...???- y mientras intentas formular la pregunta correcta, las lagunas mentales de la noche anterior se van disipando-. Oh... no...

Te sientas en la cama, te frotas la cabeza y muy avergonzada por tu cara hecha un cristo, le preguntas a Jesús:

- Did we have sex last night?

Todavía no eres agnóstica, vas a ir directa al infierno por cometer actos sexuales con Jesucristo. Aunque si te quedaras embarazada MadeinBarna podría ser la biblia de la nueva era. El manuscrito del segundo origen, como el de Pedrolo pero con menos encanto. En mi biblia, Jesús fumaría marihuana, porque es precisamente lo que está haciendo mientras te responde:

-No... -, contesta mientras practica algunos acordes con esa guitarra misteriosa y repentinamente aparecida en tu habitación que, al parecer, es suya.

Te alivias, no porque no quieras tener nada con Jesús, sino porque es una lástima no recordar nada de una noche con ese bombón hipster de pelo largo y acento americano.

[...] Si quieres seguir leyendo, puedes conseguir el libro en www.madeinbarna.com ¡¡RESOLUCIÓN DE LA HISTORIA Y CAPÍTULOS INÉDITOS!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario